Recarga Lampe Cerisiers en Fleurs

Está en el centro de una costumbre milenaria, el símbolo de toda una nación. Japón le debe sus estampados más bellos, sus haikus más inspirados. Desde el parque Maruyama de Kioto, desde el monte Yoshino hasta el castillo de Osaka, el cerezo ofrece, en las primeras horas de la primavera, un espectáculo de rara belleza. Es a la apreciación de este efímero esplendor, a esta pausa contemplativa que le invita el Parfum de Maison Cerisier en fleurs. La fragancia se abre con un vuelo de notas ligeramente cítricas. Lentamente, el corazón se desvela, noble y elegante, mientras que la elegancia de la flor de cerezo compite con la delicadeza de la rosa y el té verde. La dulzura se asienta sobre un fondo algo misterioso de ámbar seco. El secreto perfumado en Japón, el cerezo es tan importante que su contemplación, el hanami, se elevó al rango de actividad filosófica ya en el siglo VIII. En la primavera, todos están invitados a un ejercicio de introspección. Caminamos con familiares o amigos, por todo el país, para admirar este espectacular florecimiento, para maravillarnos de uno mismo, para aceptar lo efímero de la vida, para regocijarnos en el futuro que se perfila.